Después de la aplastante derrota 0-5 del Inter de Milán ante Paris Saint-Germain, el entrenador Simone Inzaghi rompió su silencio y entregó una cuenta inquietante en una entrevista con la prensa italiana. Según él, sus jugadores recibieron varias amenazas en los días previos al partido, una atmósfera tensa que afectó profundamente su preparación mental.
“No estábamos psicológicamente listos, y eso no es excusa”, dijo Inzaghi. “Algunos de mis jugadores recibieron mensajes preocupantes, intimidación poco velada. Claramente afectó su mentalidad”.
El entrenador italiano enfatizó que estos incidentes habían sido reportados a las autoridades relevantes, pero que el impacto en la moral del equipo se sintió rápidamente. “Tuve la sensación de que este resultado sucedería”, admitió amargamente. “No porque nos faltamos calidad, sino porque las circunstancias que rodean el partido eran anormales”.
El partido, que se espera que sea un choque entre dos equipos europeos importantes, se convirtió en una manifestación a favor de PSG. Desde los primeros minutos, el Inter mostró signos de debilidad, abrumados en cada área del juego. Una actuación considerada “irreconocible” por la prensa italiana, que se apresuró a señalar la falta de intensidad y el espíritu de lucha.
La revelación de Inzaghi arroja nueva luz sobre esta derrota inesperada. Mientras que algunos analistas lo ven como un intento de desviar la atención del desempeño decepcionante de su equipo, otros piden que estas declaraciones se tomen en serio, especialmente en un contexto europeo cada vez más tenso que rodea ciertos eventos importantes.
El PSG, por su parte, celebró su victoria con la restricción, consciente de haber dominado a un oponente que claramente estaba en grave dificultad. Los funcionarios parisinos aún no han respondido a los comentarios de su homólogo italiano, pero la UEFA podría verse obligada a abrir una investigación si las acusaciones de amenazas se vuelven más graves.
En cualquier caso, este caso ha reavivado el debate sobre la presión extrema que rodea el fútbol de alto nivel y las consecuencias psicológicas que puede tener en los jugadores, especialmente a medida que se acercan los principales eventos.