El 1 de junio de 2025 permanecerá grabado en los anales del fútbol europeo. Paris Saint-Germain finalmente se ha ganado el tan esperado título en la UEFA Champions League, aplastando al Inter de Milán 5-0 en una final espectacular en el estadio Wembley. Este éxito rotundo no solo marca un punto de inflexión histórico para el club parisino, sino que también se despierta detrás de las escenas, especialmente alrededor de las declaraciones de Luis Enrique y la reacción de Kylian Mbappé.
Desde los primeros minutos, el partido dio un turno de una vía. Desde el minuto 12, Desire Goueé, un prodigio emergente del PSG, entregó un pase de milímetros a Hakimi, quien no dejó ninguna oportunidad para el portero contrario Sommer. El 1-0 lanzó la máquina parisina, y el resto de la reunión solo confirmó la abrumadora dominación de los franceses.
Poco antes de media hora de juego, Doé nuevamente hizo hablar su talento al anotar un gol desviado, sumergiendo al Inter Milán en total confusión. A pesar de algunos intentos esporádicos de revuelta, los italianos nunca han preocupado realmente el PSG. El rendimiento colectivo, respaldado por los esfuerzos de jugadores clave como Dembele, Vitinha, Kvaratskhelia y el joven Mayulu, selló el destino de esta final desde el primer período.
Más allá de la demostración técnica y táctica, este triunfo es la culminación de un proyecto para reconstruir el PSG, basado en un colectivo más que en estrellas individuales. Es en este contexto que las tensiones entre los jugadores de fútbol franceses tienen una dimensión adicional.
Unas horas después del pitido final, Kylian Mbappé, ahora jugador del Real Madrid, publicó en sus redes sociales una foto que celebra la victoria de su antiguo club. Una atención que inmediatamente provocó una ola de reacciones, especialmente en Luis Enrique, entrenador de PSG. Durante una conferencia de prensa, este último respondió una pregunta sobre este mensaje con una sonrisa enigmática antes de soltar siete palabras que encendieron a los medios: “No es el que habla”.
Esta oración, tanto sibilina como mordaz, ha sido ampliamente comentada. Para algunos, refleja un mensaje claro enviado a Mbappé, recordando que a pesar de sus elogios, PSG tiene la corona europea. Otros lo ven como un picnus sutil, que ilustra la creciente rivalidad entre el club parisino y su ex jugador que se ha convertido en un oponente.
El drama no se detiene allí. Los partidarios del PSG surgieron rápidamente de las citas pasadas de Mbappé, en particular las que evocó sus ambiciones y sus sentimientos contradictorios hacia el club y su ex compañero de equipo. Algunos fanáticos ya no dudan en preguntar “¿Quién es el verdadero extraño?” Frente a este duelo a distancia.
En el terreno, el equipo parisino ha mostrado solidaridad y determinación ejemplares. El deseo dotado, con sus dos goles y un pase decisivo, se ha establecido como la nueva estrella en ascenso. Achraf Hakimi, Khvicha Kvaratskhelia y Senny Mayulu también hicieron su contribución a este festival ofensivo. El PSG no solo ha ganado, sino que ha marcado los espíritus con su juego fluido, su poder colectivo y su inteligencia táctica.
El Inter de Milán, a pesar de su experiencia y sus desesperados intentos, tuvo que resolver una derrota mordaz, simbolizando el final de un ciclo para este club italiano en esta competencia.
Esta coronación europea también es una victoria para el entrenador Luis Enrique, que sabía cómo entregar el colectivo en el corazón del proyecto, favoreciendo la cohesión y el compromiso en el terreno. Su respuesta ambigua a Mbappé ilustra bien esta nueva filosofía: el discurso pertenece al campo y los trofeos a los equipos que saben cómo trascender.
Mientras que París celebra su primera Liga de Campeones, la rivalidad entre Mbappé y su antiguo club continúa alimentando debates y controversias. El fútbol francés, y más ampliamente europeo, asiste a un nuevo capítulo emocionante donde las tensiones deportivas y humanas se mezclan con intensidad.
El PSG, con este triunfo histórico, parece listo para escribir una nueva era, mientras que Mbappé y Luis Enrique continúan alimentando una intriga que fascina a los fanáticos y a la prensa.