La temporada 2025 de Fórmula 1 se vio sacudida por una acalorada disputa tras el Gran Premio de Emilia-Romaña en Imola, donde el director ejecutivo de McLaren, Zak Brown, acusó a Red Bull de robar su innovador mecanismo de control de temperatura de los neumáticos traseros. Las acusaciones, que Brown calificó de “injustas” y una violación de la integridad competitiva, han provocado duras respuestas del director del equipo Red Bull, Christian Horner, y del presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, lo que ha intensificado la tensión en un campeonato ya definido por el dominio de McLaren y el resurgimiento de Red Bull. La controversia, centrada en la sospechosamente mejorada gestión de neumáticos de Red Bull en Imola, ha reavivado el debate sobre la propiedad intelectual en la F1 y el papel de la FIA en la lucha contra el espionaje técnico.
El MCL39 de McLaren ha sido el coche a batir en 2025, ganando cinco de siete carreras, en gran parte gracias a su superior conservación de los neumáticos, atribuida a un avanzado sistema de refrigeración del tambor de freno trasero que minimiza la transferencia de calor a los neumáticos. Sin embargo, en Imola, Max Verstappen, de Red Bull, sorprendió a McLaren con una contundente victoria, aprovechando las mejoras en los pontones y el suelo del RB21, que reflejaban la destreza de McLaren en la gestión de neumáticos. Brown, visiblemente frustrado, afirmó que Red Bull había “copiado” su mecanismo de refrigeración, señalando imágenes térmicas de Japón que mostraban que los conductos de los frenos traseros de Red Bull funcionaban a una temperatura más baja de lo esperado, una característica que antes era exclusiva de McLaren. “No es justo”, declaró Brown en una entrevista posterior a la carrera, acusando a Red Bull de aplicar ingeniería inversa a su diseño tras estudiar el coche de McLaren durante las inspecciones del parque cerrado. Solicitó a la FIA que investigara, alegando una infracción de la normativa que prohíbe la replicación de sistemas propietarios.
Christian Horner swiftly dismissed the accusations, arguing that Red Bull’s upgrades were the result of independent development. “Imitation is the sincerest form of flattery,” Horner quipped, referencing McLaren’s own suspicions about Red Bull’s front suspension in 2024. He emphasized that Red Bull’s engineering team, despite the loss of Adrian Newey, had worked tirelessly to address tyre overheating issues that plagued them in Bahrain and Miami. A Total Motorsport report noted that Red Bull’s new floor and sidepod designs were within regulations, with Horner asserting, “The FIA has all our data. We’re an open book.” He also turned the tables, suggesting McLaren’s dominance invited scrutiny, as evidenced by the FIA’s post-Miami inspection of McLaren’s brakes, which found no irregularities. Horner’s comments echoed sentiments from a May 7, 2025, ESPN article, where he stated that leading teams naturally attract rival attention, a dynamic McLaren exploited during Red Bull’s 2024 instability.
FIA president Mohammed Ben Sulayem responded cautiously, confirming that the governing body would review Red Bull’s RB21 to ensure compliance. “We take all allegations seriously,” Ben Sulayem said, noting that the FIA had confiscated McLaren parts earlier in the season for analysis, as reported by thejudge13.com, though no violations were found. The FIA’s focus will likely center on whether Red Bull’s cooling system infringes on McLaren’s intellectual property or exploits regulatory loopholes, such as liquid cooling, which is strictly prohibited. Posts on X, like one from @Rika1___, reflected paddock chatter that Red Bull was indeed working on replicating McLaren’s system, with Verstappen himself admitting, “It’s not easy, but we’re discussing it internally.” Such sentiments have fueled Brown’s concerns, though proving theft in F1, where teams routinely analyze rivals’ designs, is notoriously difficult.
The dispute has deeper roots in the McLaren-Red Bull rivalry, exacerbated by past incidents. In 2024, Red Bull faced scrutiny over a ride-height device, prompting Brown to demand transparency, while McLaren weathered “tire water” allegations, which Brown mocked by sipping from a labeled bottle in Miami. These tit-for-tat accusations highlight the sport’s hyper-competitive nature, where, as Horner told Motorsport Week, “competitor analysis is part of F1.” McLaren’s Andrea Stella defended their innovation, stating that their tyre management was “targeted engineering,” not a trick, and urged the FIA to protect intellectual property. Meanwhile, fans on X are divided, with some, like @F1Insider, calling Red Bull’s pace “suspect,” while others accuse Brown of deflecting from McLaren’s strategic errors at Imola, where an early pit stop cost Piastri the lead.
A medida que avanza la investigación de la FIA, el resultado podría redefinir la temporada 2025. McLaren lidera el campeonato de constructores con 121 puntos, pero las mejoras de Red Bull en Imola indican que la diferencia se está acortando. Si Red Bull es absuelto, las acusaciones de Brown podrían parecer amargas; si se detectan infracciones, las sanciones podrían interrumpir la lucha por el título de Verstappen, quien se encuentra 19 puntos por detrás de Piastri. Esta saga pone de relieve la incesante búsqueda de ganancias marginales por parte de la F1, donde la innovación y la imitación se confunden, y el veredicto de la FIA pondrá a prueba la capacidad del deporte para equilibrar la competencia con la equidad.