Imola, Italia – A tan solo días del esperado Gran Premio de Imola, una nueva polémica sacude el mundo de la Fórmula 1. Christian Horner, director del equipo Red Bull Racing, ha lanzado explosivas declaraciones acusando a McLaren de utilizar un método ilegal para ajustar la temperatura de los neumáticos traseros. Esta revelación llega justo después de una investigación confidencial iniciada por la FIA, generando gran tensión en el paddock.
Una investigación que lo cambia todo
Según fuentes internas de la FIA, el organismo rector del automovilismo inició discretamente una auditoría técnica sobre el monoplaza de McLaren después del GP de Miami, donde el equipo británico mostró un sorprendente rendimiento. La sospecha se centró en un supuesto sistema oculto que alteraba la temperatura de los neumáticos traseros sin infringir directamente el reglamento técnico, pero sí desafiando su espíritu.
Los inspectores de la FIA, durante un análisis post-carrera, habrían encontrado variaciones inusuales en la distribución térmica de las ruedas traseras, lo que despertó sospechas sobre un posible “truco técnico”.
Horner rompe el silencio
Christian Horner no se guardó nada. En declaraciones ofrecidas este sábado, expresó su frustración y preocupación:
“Lo que McLaren ha hecho es inaceptable. Si queremos una Fórmula 1 justa, no se pueden permitir estas interpretaciones creativas del reglamento. La FIA debe actuar antes del GP de Imola para garantizar la equidad.”
El director de Red Bull fue aún más allá, sugiriendo que McLaren habría estado utilizando este sistema desde hace varias carreras, lo que explicaría el reciente ascenso de Lando Norris en la clasificación.
¿Qué hacía exactamente McLaren?
Aunque la FIA aún no ha publicado detalles oficiales, varias fuentes cercanas al paddock sugieren que McLaren habría desarrollado una tecnología de control térmico pasivo, aprovechando los gases del sistema de frenado trasero para calentar selectivamente los neumáticos durante vueltas clave. Esto les permitiría alcanzar la ventana óptima de temperatura más rápidamente, obteniendo mayor agarre en momentos estratégicos, especialmente en condiciones frías o con neumáticos duros.
Este tipo de innovación, aunque ingeniosa, va en contra del artículo 12.7.1 del reglamento técnico, que prohíbe cualquier mecanismo activo o pasivo no declarado que modifique las propiedades térmicas de los neumáticos.
McLaren responde con firmeza
Desde McLaren, la respuesta no se hizo esperar. Un portavoz del equipo declaró:
“Estamos en total conformidad con las normas técnicas de la FIA. Nuestras soluciones son innovadoras, pero legales. Si la FIA encuentra algún área gris, estamos dispuestos a colaborar y adaptar nuestro diseño.”
Lando Norris, al ser consultado, se limitó a decir:
“No soy ingeniero. Yo conduzco el coche que me dan. Si el coche es rápido, lo agradezco.”
La FIA en el ojo del huracán
La situación pone a la FIA en una posición incómoda. De confirmarse la ilegalidad del sistema, McLaren podría enfrentar una dura sanción que incluya pérdida de puntos o incluso la descalificación de carreras anteriores. Sin embargo, si la FIA opta por no sancionar, otros equipos podrían presionar para utilizar tecnologías similares, desatando una carrera armamentística peligrosa.
Muchos expertos ya comparan este escándalo con el famoso caso del “difusor doble” de Brawn GP en 2009, que también generó controversia por explotar una laguna reglamentaria.
¿Qué sigue?
La FIA ha prometido emitir un comunicado oficial antes de las clasificaciones del sábado en Imola. Mientras tanto, los equipos rivales observan con atención, y los aficionados ya inundan las redes sociales con teorías, memes y debates encendidos.
La tensión en el paddock es palpable. El GP de Imola, ya de por sí emocionante por su historia y trazado, ahora se convierte en el epicentro de una tormenta técnica y política que podría marcar un antes y un después en la temporada 2025.