El mundo de la Fórmula 1 no es ajeno al drama, pero los últimos acontecimientos en torno al director del equipo Red Bull Racing, Christian Horner, han conmocionado al paddock. Zak Brown, director ejecutivo de McLaren, ha lanzado una dura crítica a Horner, burlándose de sus anteriores amenazas de acciones legales contra McLaren en medio de rumores y nuevas pruebas sobre el precario futuro de Horner con Red Bull. La tensión entre ambos jefes de equipo, sumada a los problemas de Red Bull dentro y fuera de la pista, ha alimentado las especulaciones sobre el fin del reinado de Horner en el equipo con sede en Milton Keynes.
La saga comenzó a principios de esta temporada cuando Horner, frustrado por el rendimiento dominante de McLaren, insinuó un posible escrutinio legal por sus innovaciones técnicas, en particular el diseño del alerón delantero. Red Bull, junto con Ferrari, planteó sus preocupaciones a la FIA, cuestionando la legalidad de la configuración aerodinámica de McLaren tras la imponente exhibición del equipo en Monza. Brown, siempre dispuesto a ceder, desestimó las acusaciones por infundadas y contraatacó, sugiriendo que Red Bull simplemente estaba desviando la atención de sus propias deficiencias. El ascenso de McLaren a la cima del Campeonato de Constructores, con una ventaja de 141 puntos sobre Red Bull, no ha hecho más que intensificar la rivalidad, y las últimas declaraciones de Brown indican que disfruta de la situación actual de Horner.
Informes recientes de medios austriacos, como el Österreicher Zeitung, han echado leña al fuego, afirmando que la posición de Horner en Red Bull está seriamente amenazada. Fuentes sugieren que el flojo rendimiento del equipo en la temporada 2025, sumado a las controversias de Horner fuera de la pista, ha llevado a la empresa matriz de Red Bull, Red Bull GmbH, a considerar un cambio drástico en la dirección. Publicaciones en X se han hecho eco de estas opiniones, y algunos usuarios citan el próximo Gran Premio de Emilia Romagna como posible fecha límite para la salida de Horner. Nombres como el exjefe de Toro Rosso, Franz Tost, y Oliver Oakes, de Alpine, han surgido como posibles sucesores, lo que indica una posible reestructuración en la cúpula.
La “nueva evidencia” a la que Brown aludió en sus mordaces declaraciones supuestamente involucra documentos y comunicaciones internas que ponen en duda la capacidad de Horner para llevar a Red Bull de vuelta a la gloria del campeonato. Si bien los detalles permanecen ocultos, fuentes internas afirman que estos materiales ponen de relieve las tensiones dentro del equipo, en particular entre Horner y figuras clave como Max Verstappen y el experto técnico Adrian Newey, quien recientemente se marchó a Aston Martin. Verstappen, el piloto estrella de Red Bull, ha expresado públicamente su frustración por la falta de competitividad del equipo, y los rumores de un posible traspaso a Mercedes no han hecho más que aumentar la incertidumbre en torno al futuro de Red Bull.
La burla de Brown a Horner también evoca un período tumultuoso a principios de 2024, cuando Horner enfrentó acusaciones de comportamiento inapropiado hacia una empleada. Aunque una investigación independiente lo exoneró de toda irregularidad, las consecuencias —incluidas la filtración de mensajes y el intenso escrutinio mediático— dañaron su reputación y tensaron su relación con las partes interesadas de Red Bull. Geri Halliwell, esposa de Horner y ex estrella de las Spice Girls, lo apoyó públicamente, pero el episodio dejó dudas sobre su liderazgo. La última pulla de Brown, “El karma te persigue”, sugiere que las tácticas agresivas de Horner contra McLaren podrían haberle salido mal, dejándolo vulnerable en un momento en que Red Bull necesita desesperadamente estabilidad.
En la pista, los problemas de Red Bull han sido evidentes. Oscar Piastri y Lando Norris, de McLaren, han superado constantemente a Verstappen, y la victoria de Piastri en el Gran Premio de Arabia Saudita subrayó la superioridad técnica de McLaren. El RB21 de Red Bull ha tenido problemas de ritmo y fiabilidad, y la pérdida de la experiencia de Newey se ha sentido profundamente. Los intentos de Horner de desviar la culpa hacia rivales como McLaren no han logrado disimular estos problemas, y Brown ha aprovechado la oportunidad para retorcer el cuchillo. “Christian siempre es rápido para señalar con el dedo, pero quizá debería mirarse al espejo”, dijo Brown en una entrevista reciente, en clara referencia a las amenazas legales de Horner y a la agitación interna de Red Bull.
Con el circo de la F1 en camino al Gran Premio de Emilia Romagna, todas las miradas estarán puestas en Red Bull y Horner. ¿Caperá el director del equipo este temporal, o está a punto de materializarse la predicción de Brown sobre el “karma”? La aparición de nuevas pruebas, sumada a la menguante esperanza de Red Bull de ganar el campeonato, sugiere que los 20 años de Horner en el equipo podrían estar llegando a un dramático final. Por ahora, Brown se conforma con dejar que el rendimiento de su equipo —y sus mordaces pullas— hablen por sí solos, mientras Horner afronta la lucha de su carrera para asegurar su futuro en la Fórmula 1.