En las zonas más oscuras y misteriosas del océano, donde la luz solar jamás penetra y la presión aplasta toda forma de vida común, habita una entidad tan antigua como insondable: Myrrka. Esta criatura mítica no es parte de los registros científicos ni de los mapas cartográficos, pero su leyenda ha sobrevivido a través de susurros, cantos de marineros y oráculos silenciados por el miedo.
¿Quién es Myrrka? Un ser hallado, no creado
A diferencia de otros mitos marinos, Myrrka no fue inventada por una cultura específica. Se dice que fue hallada en un abismo sin nombre, en un lugar que no figura en ningún mapa ni carta náutica. Su cuerpo, recubierto de escamas opalescentes, se adorna con algas milenarias y corales que brillan como joyas vivientes. Sus ojos, dos esferas lumínicas, flotan separados de su cuerpo, iluminando la oscuridad del abismo como faros etéreos.
Guardianesa del pasado sumergido
Los relatos más antiguos describen a Myrrka como protectora de secretos perdidos bajo el mar: ciudades hundidas, civilizaciones olvidadas, pactos sagrados, y traiciones que podrían cambiar el curso de la historia. No es una criatura maligna, pero su silencio guarda verdades que podrían destruir la cordura de quien las conozca. Su movimiento, lento como las eras geológicas, refleja su eternidad y su desconexión del tiempo humano.
Rituales ancestrales y el miedo al nombre prohibido
Los marineros antiguos solían dejarle ofrendas: conchas talladas con símbolos extraños, palabras jamás pronunciadas en voz alta, y cánticos sin lengua conocida. Los oráculos más antiguos temen incluso decir su nombre completo, pues creen que hacerlo podría despertarla y alterar el equilibrio del mundo. Aun así, existen sabios ocultos que aseguran que el mundo continúa existiendo únicamente porque Myrrka permanece dormida.
Una figura enigmática en la mitología oceánica moderna
Aunque no forma parte del folclore clásico como Poseidón o Leviatán, Myrrka ha comenzado a emerger como símbolo de las fuerzas abisales que el ser humano aún no comprende. Su leyenda encaja perfectamente con el creciente interés por los misterios de las profundidades marinas y las energías primordiales de la naturaleza que aún nos son ajenas.
Conclusión
Myrrka, la diosa o criatura abisal que nunca fue creada ni invocada, sino hallada, representa el terror y la belleza de lo desconocido. En un mundo donde cada vez hay menos misterios en la superficie, su figura se erige como un recordatorio de que aún existen lugares sagrados e inaccesibles, donde el silencio lo guarda todo. Y mientras Myrrka duerma, el equilibrio permanece.