Big Break: la impactante declaración de Lewis Hamilton deja a Leclerc y Ferrari completamente asustados. Ferrari está en riesgo de desglose interno 👇👇
El mundo de la Fórmula 1 fue sacudido esta semana por una declaración de bombas de Lewis Hamilton que ha enviado ondas de choque a través de la sede de Ferrari en Maranello. El siete veces campeón mundial, que se unió a Ferrari en 2025 con altas expectativas, ha criticado abiertamente la estrategia y el rendimiento del equipo, encendiendo los temores de una crisis interna más profunda. Sus comentarios, junto con las tensiones que involucran a su compañero de equipo Charles Leclerc y al director del equipo Fred Vasseur, han planteado preguntas sobre la capacidad de Ferrari para mantener la unidad y la competitividad en una temporada que ya se ha descrito como una pesadilla. Mientras Ferrari languidece en el cuarto lugar en el campeonato de los constructores, 152 puntos detrás de McLaren, los comentarios abiertos de Hamilton han expuesto grietas en la base del equipo, amenazando con descarrilar sus aspiraciones de campeonato.
La controversia estalló después de un desastroso Gran Premio de Miami, donde los pasos en falso estratégicos y la falta de ritmo de Ferrari se dejaron al descubierto. Hamilton, a partir del día 12 después de una mala sesión de calificación, se encontró atrapado detrás de Leclerc, que corría séptimo. El británico, en neumáticos medios más rápidos en comparación con el compuesto duro de Leclerc, instó repetidamente al equipo a permitirle pasar, creyendo que podría perseguir a Kimi Antonelli de Mercedes por sexto. Sin embargo, la vacilación de Ferrari de emitir órdenes del equipo condujo a una serie de ardientes intercambios de radio, con Hamilton sugiriendo sarcásticamente que el muro de boxes “tome un descanso para el té mientras lo hace”. El eventual intercambio ocurrió demasiado tarde, y Hamilton no pudo cerrar la brecha a Antonelli. Más tarde, Ferrari revirtió las posiciones, pidiéndole a Hamilton que dejara pasar a Leclerc, lo que provocó otro comentario mordaz de Hamilton, quien le preguntó si también debería dejar que Williams, Carlos Sainz, su predecesor de Ferrari, pase.
La frustración de Hamilton no terminó en la pista. Después de la carrera, se duplicó, diciendo: “Este no es un buen trabajo en equipo” e insistió en que no se disculparía por “ser un luchador”. Sus comentarios, ampliamente reportados por puntos de venta como Sky Sports y The Independent, insinuaron una insatisfacción más profunda con la toma de decisiones y la competitividad general de Ferrari. Las fuentes cercanas al equipo sugieren que los comentarios de Hamilton estaban dirigidos no solo a la estrategia de Miami sino también a las luchas más amplias de Ferrari con el automóvil SF-25, que no ha podido igualar el ritmo de rivales como McLaren y Red Bull. El único punto culminante del equipo esta temporada, una victoria de sprint de Hamilton en China, ha hecho poco para enmascarar su bajo rendimiento constante en las carreras de larga duración.
Mientras tanto, Charles Leclerc ha intentado minimizar cualquier grieta personal, insistiendo en que “no hay malos sentimientos” con Hamilton. Sin embargo, sus propias frustraciones fueron evidentes cuando admitió las decisiones de Ferrari en Miami “no fueron las correctas”. El llamado de Leclerc para las discusiones internas para abordar las deficiencias del equipo se alinea con la demanda de cambio de Hamilton, pero sus enfoques diferentes, la diplomacia de Leclercer versus la franqueza de Hamilton, han alimentado la especulación de una dinámica frágil. Los medios de comunicación italianos, incluido Corriere della Sera, han descrito la situación como un “equilibrio frágil” en riesgo de implosar, con la mediocre de rendimiento deslucida del SF-25 exacerbando las tensiones.
El director del equipo, Fred Vasseur, se ha encontrado en la mira, defendiendo el manejo de Ferrari de las órdenes del equipo de Miami mientras reconoce la frustración de Hamilton. Vasseur argumentó que el equipo necesitaba tiempo para evaluar si la ventaja de ritmo de Hamilton era genuina o el resultado de los efectos DRS, pero su explicación ha hecho poco para sofocar las críticas. Las publicaciones en X han amplificado la narración, con usuarios como @Kunalashah señalando que la franqueza de Hamilton, solo seis carreras en su mandato de Ferrari, señala un choque de expectativas. La pobre calificación del equipo en Miami, Leclerc en Octavo y Hamilton en el 12, se remonta a sus luchas con el rendimiento de los neumáticos, un problema recurrente que Vasseur admitió requiere una atención urgente.
Los desafíos de Ferrari se extienden más allá de la estrategia y la dinámica del conductor. La incapacidad del equipo para competir con McLaren, quien terminó 57 segundos por delante en Miami, ha prestado alarmas. El comentario críptico de Leclerc sobre posibles actualizaciones: “No creo que sea oficial. Creo que ya he dicho demasiado”, no tiene la desesperación de un impulso de rendimiento, pero la falta de claridad solo ha profundizado las preocupaciones. Según los informes, Hamilton, acostumbrado a la precisión de Mercedes, está luchando por adaptarse a la maquinaria de Ferrari, con el ex campeón Damon Hill señalando que los hábitos formados en Mercedes están demostrando ser problemáticos.
Mientras Ferrari se prepara para las próximas carreras, el espectro del colapso interno se transmite en grande. La negativa de Hamilton a retroceder, combinada con el silencioso descontento de Leclerc y la postura defensiva de Vasseur, pinta una imagen de un equipo en el borde. Con actualizaciones en el horizonte y pruebas estrictas planificadas para la flexibilidad del ala frontal, Ferrari tiene una ventana estrecha para cambiar las cosas. De lo contrario, podría ver el icónico equipo desentrañarse, dejando a los sueños de Hamilton a Maranello en Ratters y las esperanzas del campeonato de Leclerc se retrasaron aún más. El mundo de la Fórmula 1 observa con aliento contenido mientras Ferrari lucha para restaurar la armonía y redescubrir su ventaja ganadora.