La FIA anunció un hallazgo impactante tras una investigación exhaustiva sobre el diseño de los frenos traseros de McLaren, liderada por Christian Horner de Red Bull, que confirmó que McLaren había utilizado un método ilegal para controlar la temperatura de los neumáticos traseros. La revelación, centrada en un sistema secreto de refrigeración por agua dentro de los tambores de freno del MCL39, ha sacudido la Fórmula 1, ensombreciendo la dominante temporada 2025 de McLaren y provocando un acalorado debate sobre la ética, la innovación y la aplicación de las normativas en este deporte.
La supremacía de McLaren al inicio de la temporada, con cinco victorias en seis carreras, incluyendo un doblete en el Gran Premio de Miami, generó escrutinio por su excepcional gestión de neumáticos. Sus rivales, en particular Red Bull, destacaron la capacidad de McLaren para mantener los neumáticos Pirelli en rangos de temperatura óptimos, especialmente en condiciones de calor como las de Bahréin y Miami, donde Oscar Piastri y Lando Norris superaron a sus rivales por más de 30 segundos. Horner, director del equipo Red Bull, encabezó las sospechas, alegando que McLaren utilizaba agua para refrigerar los neumáticos, una práctica prohibida por el reglamento técnico de la F1. Auto Motor UND Sport informó sobre el uso de cámaras termográficas por parte de Red Bull, que revelaron “manchas azules” inusualmente frías en los tambores de freno traseros de McLaren, en contraste con los tonos naranja y rojo de las configuraciones de otros equipos, lo que sugiere un mecanismo de refrigeración artificial.
La investigación de la FIA, intensificada tras Miami, descubrió un sofisticado sistema en los conductos de freno de McLaren que inyectaba pequeñas cantidades de agua para regular la temperatura de los neumáticos. Según planetf1.com, este sistema aprovechaba una laguna legal al canalizar agua a través de los conductos de refrigeración de los frenos, enfriando indirectamente las llantas y los neumáticos sin inyectarla directamente en la goma Pirelli, un método previamente prohibido. La inspección de la FIA posterior a Miami, detallada durante la carrera, confirmó la presencia de este mecanismo ilegal, lo que condujo a una resolución formal que establecía que el diseño de McLaren infringía el artículo 3.13 del reglamento técnico, que prohíbe cualquier refrigerante líquido para neumáticos.
El director del equipo McLaren, Andrea Stella, inicialmente defendió la ingeniería del equipo y elogió su dominio de la gestión de neumáticos en una entrevista con Motorsport.com el 7 de mayo. El director ejecutivo, Zak Brown, desestimó con humor las acusaciones anteriores, bebiendo de una botella de “agua para neumáticos” durante Miami y desafiando a sus rivales a protestar. Sin embargo, las conclusiones de la FIA contradijeron las afirmaciones de cumplimiento de McLaren, al concluir que el equipo había operado deliberadamente en una zona gris regulatoria. El organismo rector emitió una directiva que exige a McLaren desmantelar el sistema antes del Gran Premio de Emilia Romagna, con posibles multas, incluyendo la deducción de puntos, bajo revisión.
Las consecuencias han polarizado el paddock. Horner, en declaraciones a ESPN el 7 de mayo, no llegó a acusar a McLaren de fraude descarado, pero enfatizó que los equipos líderes enfrentan un intenso escrutinio, citando las propias batallas de Red Bull con las acusaciones hasta 2024. Tottenham Wolff, de Mercedes, en una entrevista con F1-Fansite.com el 6 de mayo, había defendido previamente a McLaren, diciendo que su ventaja era “completamente legítima”. Wolff reconoció la necesidad de que los rivales “resuelvan” la sombra de McLaren tras el fallo, pero el fallo de la FIA ha cambiado la opinión. Publicaciones en X, como la afirmación de @BrakeBoosted del 3 de mayo sobre la evidencia de imágenes térmicas de Red Bull, reflejan la indignación de los fanáticos, con algunos calificando las acciones de McLaren de “vergonzosas”, mientras que otros argumentan que fue “ingeniería inteligente” que se vio afectada por las reglas.
Las implicaciones del escándalo van más allá de McLaren. Red Bull, a 105 puntos del líder en el campeonato de constructores, podría beneficiarse si se imponen multas, aunque Horner negó haber promovido las protestas, según el espía deportivo. La FIA se enfrenta a presiones para endurecer la normativa, y Mario Isola, de Pirelli, señaló el 3 de noviembre de 2024, a través de Planetf1.com, que detectar este tipo de trucos es complicado debido a su sutileza. La controversia también pone de manifiesto la naturaleza implacable de la F1, donde la innovación a menudo entra en conflicto con la legalidad, como se vio en el caso del regulador de dorsales de Red Bull para 2024 y los incidentes del mini alerón DRS de McLaren, ambos aclarados por la FIA.
El dominio de McLaren, liderado por Piastri y Norris, pende ahora de un hilo. Los 77 puntos del equipo en la clasificación de constructores y la ventaja de Piastri como pilotos podrían verse amenazados si se aplican sanciones retroactivas. Rivales como Ferrari y Mercedes compiten por replicar las técnicas legales de gestión de neumáticos de McLaren antes de la renovación de 2026. Con el paddock rumbo a Imola, la decisión de la FIA ha redefinido la narrativa para 2025, exponiendo la ventaja ilegal de McLaren y reavivando el debate sobre hasta qué punto los equipos pueden superar los límites técnicos de la F1.