El polvo elevado por el Gran Premio de Miami 2025 aún no se ha establecido, pero una cosa está clara: Max Verstappen y Red Bull se enfrentan a una temporada que prueba su dominio. La carrera en Florida reveló grietas en la armadura del equipo austriaco, debates excitantes entre fanáticos y analistas. Pero, ¿qué sucede realmente detrás de escena? La verdad está surgiendo, y la imagen es más compleja de lo que parece.
Verstappen, recién llegado de la paternidad, lo hizo hablar sobre sí mismo no solo por su ausencia del día de los medios el jueves, justificado por el nacimiento de su primera hija con Kelly Piquet. Red Bull confirmó que el piloto estaría en la pista para las sesiones del viernes, y así fue. Sin embargo, el fin de semana de Miami no fue el triunfo que los fanáticos esperaban. Comenzó desde la pole position para la carrera principal, Verstappen cerró solo cuarto, un resultado que hizo que muchos aparecieran en la nariz, considerando su pedigrí campeón mundial. McLaren, con Oscar Piasstri y Lando Norris, dominaron, firmando un aparato ortopédico que eclipsó al equipo de Milton Keynes.
Las dificultades de Verstappen no comenzaron en la carrera, pero ya en la calificación para el sprint. Cuarto en la cuadrícula, el piloto holandés se quejó de problemas subterráneos en curvas de baja velocidad, un talón de Aquiles para el RB21 en un circuito como el de Miami, caracterizado por estiramientos técnicos y altas temperaturas. Red Bull introdujo un nuevo fondo para el Plaeater de Verstappen, una actualización crucial para mejorar la aerodinámica y reducir el desgaste de los neumáticos en condiciones de calor extremo. Sin embargo, solo Verstappen pudo beneficiarse de esta novedad, mientras que su compañera de equipo Yuki Tsunoda corrió con una especificación más anticuada, destacando una estrategia de equipo que se centra en el Campeón del Cuatro Times.
A pesar de la actualización, los resultados no estaban a la altura de las expectativas. Verstappen admitió que Red Bull no tenía el ritmo para competir con el McLaren, principalmente debido al sobrecalentamiento excesivo de los neumáticos. Un período de auto de seguridad virtual ha complicado aún más las cosas, favoreciendo a George Russell de Mercedes, quien subió a Verstappen gracias a una parada en boxes, Ben cronometró. Red Bull incluso protestó contra el tercer lugar de Russell, acusándolo de no haber disminuido lo suficiente debajo de las banderas amarillas, pero la FIA ha rechazado la queja, dejando a Verstappen vacío con cazas.
Además de las dificultades técnicas, hubo un episodio controvertido durante The Sprint: A Collision in Pit Lane con Kimi Antonelli, que le costó a Verstappen una penalización de 10 segundos y un 17º lugar final. Este accidente, combinado con otra penalización evitada por una infracción en la calificación, ha resaltado un Bull Red bajo presión, con errores humanos que se acumulan. Helmut Marko, el concejal del equipo, ha minimizado, definiendo estos problemas como coincidencias, pero el equipo tiene que enfrentar una realidad incómoda: McLaren está al frente y la brecha se está expandiendo.
Con Verstappen tercero en la clasificación piloto, a 19 puntos de Piastri, el Red Bull debe reaccionar rápidamente. Las actualizaciones programadas para Imola y Barcelona serán cruciales para llenar el vacío. Miami demostró que el dominio de Red Bull ya no es obvio, y Verstappen, aunque talentoso, no puede hacer milagros solo. La verdad? El Red Bull está en una encrucijada: o se reinventa a sí mismo o corre el riesgo de perder el trono de la Fórmula 1.