El presidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva que elimina los fondos de los contribuyentes destinados a dos importantes instituciones mediáticas de Estados Unidos: NPR (National Public Radio) y PBS (Public Broadcasting Service). Esta decisión, que ha generado una fuerte controversia, busca reducir el gasto público en organizaciones que reciben apoyo federal para financiar sus operaciones.

Trump ha argumentado que la eliminación de estos fondos es parte de su estrategia para reducir el tamaño del gobierno y garantizar que los recursos se utilicen de manera más eficiente. Según el presidente, NPR y PBS pueden operar de manera independiente sin necesidad de financiamiento del gobierno. Sin embargo, este recorte ha sido criticado por muchos, quienes afirman que estas entidades proporcionan un servicio público valioso, ofreciendo noticias, cultura y educación, especialmente a las comunidades más desfavorecidas que no tienen acceso a otros medios de comunicación.
Por otro lado, defensores de NPR y PBS sostienen que la eliminación de los fondos federales podría poner en riesgo la calidad de la programación y la imparcialidad informativa, ya que estos medios dependen de los subsidios para garantizar su independencia y evitar la influencia de intereses privados. La medida también ha sido vista como un ataque a los medios de comunicación independientes, que a menudo critican las políticas del gobierno.
Este cambio en la política refleja las prioridades de la administración Trump, que busca disminuir el financiamiento público para una serie de programas y servicios, a la vez que promueve un enfoque más centrado en el sector privado para financiar medios de comunicación.