Mohammed Ben Sulayem está en el centro de la tormenta mediática tras una serie de decisiones polémicas que han puesto en jaque la credibilidad de la FIA. Pilotos, jefes de equipo y fanáticos de la Fórmula 1 se han pronunciado con fuerza, exigiendo un cambio inmediato.
El Gran Circo de la Fórmula 1 vive momentos de máxima tensión. La figura del presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, ha sido duramente criticada tras una seguidilla de sanciones consideradas por muchos como arbitrarias y perjudiciales para el espectáculo. Pero lo que encendió definitivamente la chispa fue su último encontronazo con Max Verstappen, el tres veces campeón del mundo.
Desde su llegada a la presidencia de la FIA, Ben Sulayem ha implementado una serie de reglamentos que han dividido opiniones. Sin embargo, la gota que rebalsó el vaso llegó con las recientes sanciones impuestas en el último Gran Premio, que no solo han generado desconcierto, sino también indignación dentro del paddock.
Figuras clave del deporte, incluidos directores de equipo y excomisarios de carrera, han manifestado en privado —y algunos incluso en público— su desacuerdo con la dirección que está tomando el organismo rector del automovilismo mundial.
El conflicto más comentado ha sido sin duda con Max Verstappen, quien no se quedó callado y acusó abiertamente a la FIA de “desvirtuar el espíritu competitivo del deporte”. Sus declaraciones resonaron fuerte, especialmente entre otros pilotos que también se sienten frustrados por la falta de coherencia en las decisiones del organismo.
“Estamos compitiendo a ciegas. Cada carrera parece tener sus propias reglas”, declaró un piloto bajo condición de anonimato. Mientras tanto, los jefes de equipo han pedido reuniones de emergencia con la FIA, algo que no se veía desde la era post-Mosley.
Los rumores de una posible moción de censura comienzan a circular. Y es que la salida reciente de altos cargos dentro de la FIA alimenta la teoría de que Ben Sulayem ha perdido el control del organismo. Voces dentro del paddock afirman que “el ambiente es insostenible” y que “la FIA necesita una renovación urgente”.
Además, las redes sociales no han perdonado. Los hashtags #OutBenSulayem y #FIACrisis se han vuelto tendencia en varios países, reflejando el creciente descontento de los fanáticos. La imagen pública del presidente de la FIA se deteriora a pasos agigantados, y la presión para que renuncie aumenta con cada día.
Aunque aún no hay candidatos oficiales, varios nombres empiezan a sonar con fuerza. Uno de ellos es David Richards, actual presidente de Motorsport UK, quien cuenta con una sólida reputación dentro del mundo del automovilismo. También se menciona a Jean Todt, aunque su regreso parece poco probable tras su anterior mandato.
Otros apuntan a una renovación completa, con una figura joven, más alineada con los valores modernos del deporte y con mayor sensibilidad hacia la transparencia y la equidad.
La Fórmula 1 vive uno de sus momentos más populares a nivel mundial, con audiencias récord y una base de fans joven y comprometida. Sin embargo, la falta de liderazgo y las decisiones controversiales podrían minar la confianza en el deporte. La FIA se encuentra en una encrucijada histórica: adaptarse a los nuevos tiempos o seguir perdiendo legitimidad.
Los próximos meses serán claves. Si la presión de los equipos y pilotos continúa creciendo, es probable que veamos un cambio profundo en la estructura de la FIA. Y si bien nadie tiene una bola de cristal, lo cierto es que el mandato de Mohammed Ben Sulayem parece tener los días contados.