Recientemente, los funcionarios de la WNBA expulsaron a dos jugadores por arrodillarse durante el himno nacional, en violación de la recién implementada política de “sin himno” de la liga.
Esta regla contenciosa, dirigida a fomentar el respeto y la unidad durante el himno, ha encendido las discusiones. Los proponentes creen que fomenta el respeto, mientras que los oponentes lo ven como una infracción de los derechos de los jugadores para abogar por la justicia social. La descalificación ha subrayado el conflicto persistente entre la expresión individual y las políticas de la liga, lo que plantea preocupaciones sobre cómo la WNBA abordará situaciones similares y cualquier medida disciplinaria posterior.