En las profundidades del Mediterráneo, frente a la costa de Murcia, España, un hallazgo arqueológico ha capturado la imaginación del mundo: un tesoro fenicio sumergido que ofrece un vistazo a una civilización legendaria. Descubierto en octubre de 2024 por buzos del proyecto Arqueología Subacuática de la Universidad de Alicante, este conjunto de artefactos, datado entre los siglos VIII y VI a.C., revela la riqueza y sofisticación de los fenicios en la región. Los detalles de su contenido, desvelados en abril de 2025, han electrizado a historiadores y entusiastas, iluminando un pasado olvidado bajo las olas.
El tesoro, encontrado a 20 metros de profundidad cerca de Mazarrón, consta de más de 200 objetos recuperados de un naufragio fenicio, uno de los mejor preservados del Mediterráneo. Entre los hallazgos destacan ánforas de cerámica llenas de resina y aceite de oliva, lingotes de plomo y estaño, y joyas de oro con intrincados diseños de escarabeos, símbolos de protección fenicios. Un cáliz de plata grabado con motivos solares, posiblemente usado en rituales, ha sido apodado “el Grial de Mazarrón” en publicaciones de X, donde #TesoroFenicio acumula millones de vistas. Los análisis químicos confirman que los metales provienen de minas de Cerdeña, evidenciando rutas comerciales extensas.

El contexto del hallazgo es clave. Los fenicios, maestros navegantes del antiguo Líbano, establecieron colonias como Gadir (Cádiz) y comerciaban desde el Levante hasta el Atlántico. Murcia, entonces un enclave estratégico, era un punto de intercambio con tribus ibéricas. El naufragio, según los expertos, probablemente sucumbió a una tormenta, preservando su carga en el lecho marino. La ausencia de restos humanos sugiere que la tripulación escapó, pero dejó atrás un cargamento destinado a élites locales, quizás como tributo o trueque.

La importancia del tesoro trasciende su valor material. Las ánforas, decoradas con motivos geométricos, muestran una artesanía refinada, mientras que un sello de arcilla con escritura fenicia—descifrado como un registro comercial—prueba su alfabetización avanzada. Los arqueólogos, liderados por el Dr. Javier Torres, estiman que el barco transportaba bienes por un valor actual de $2 millones, un testimonio de la economía fenicia. En X, los debates sobre #MurciaTreasure comparan el hallazgo con los tesoros de Uluburun, aunque su accesibilidad costera lo hace único.

El Museo Arqueológico de Murcia planea exhibir los objetos en 2026, tras su conservación en laboratorios de Cartagena. Sin embargo, el descubrimiento plantea dilemas: algunos en X piden proteger el sitio de saqueadores, mientras otros exigen más excavaciones submarinas. Las comunidades locales, orgullosas, ven el tesoro como un impulso al turismo, con Mazarrón promoviendo “buceos históricos” regulados.
Bajo las aguas de Murcia, este tesoro fenicio no solo resucita una civilización perdida, sino que conecta el presente con un mundo de navegantes audaces. Cada ánfora, cada joya, susurra historias de comercio, fe y aventura. Mientras los estudios continúan, el legado de estos marinos perdura, brillando como un faro en el Mediterráneo y cautivando a todos los que sueñan con el pasado.